Una tradición de excelencia.
Harvey S. Firestone, un granjero de cuarta generación de Columbiana, Ohio, fundó la compañía Llantas y Caucho Firestone en 1900 en Akron, Ohio, una ciudad que después se conocería como “la ciudad del caucho”. En una época en donde los fabricantes se enfocaban en hacer neumáticos para automóviles, Harvey tenía algo más en mente. Él soñaba con poner neumáticos de hule en los tractores de los campos. Firestone pronto comenzó a producir sus propios neumáticos y para 1906 sus ventas superaron el millón de dólares y la marca comenzaba su camino a ser una marca de renombre. En 1918, el movimiento de “envío por camión”, innovó a la industria de transporte por camión y cambió para siempre a la industria del transporte.
Alcanzando la cima
En los años 30, Harvey Firestone se propuso mejorar las ruedas de acero de los primeros tractores agrícolas. Más allá de su dura conducción y vibración interminable, las ruedas de acero constantemente patinaban y tenían poca tracción. Firestone puso a la agricultura sobre caucho, al ofrecer el primer neumático práctico de baja presión. El incremento en la economía, tracción y comodidad era una victoria evidente para los agricultores quienes a nivel nacional cambiaron sus ruedas rudimentarias a neumáticos de caucho. El éxito de las innovaciones dio frutos. Firestone celebró 50 años de negocio y pasó de ser un pequeño negocio a una organización global con más de 70,000 empleados. Para 1955, Firestone producía un millón de libras de caucho diarias y se había convertido en el más grande productor de este rubro. Para 1975, Firestone se volvió una empresa internacional, multimillonaria, diversificada, de fabricación y comercialización con operaciones en 28 países y seis continentes.
Para finales de la década de los 80, Bridgestone y Firestone anunciaron un proyecto en conjunto para la fabricación de neumáticos. La unión funcionó y un año después, se anunciaron los planes de fusionarse en una misma corporación. Como parte de la organización de la fusión, la compañía trasladó su sede central de Akron Ohio a Nashville, Tennessee en donde celebraron su centésimo aniversario junto con la llegada del siglo XXI. El espíritu pionero de Harvey Firestone aún puede encontrarse en la fuerte cultura de innovación de la compañía, ya que Firestone sigue estando comprometido a mantenerse a la vanguardia en busca de la excelencia.